Todavía tengo casi todos los dientes,
casi todos mis cabellos y poquísimas canas.
Puedo hacer y deshacer el amor,
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus,
o sea que no debería sentirme viejo.
Pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
MARIO BENEDETTI
No hay comentarios:
Publicar un comentario