11 mayo 2010

GAMBIA II...

Segundo día

Como habiamos acordado el día anterior, Abdhul se presentó sobre las nueve de la mañana en el hotel. Quería llegar hasta Kartong, pasando por Brikama, donde un mercado de artesanía, conocido como "Woodcarver´s market", bien merecía una parada. Se puede ver a los artesanos como trabajan la madera fuera de sus puestos. Es un pequeño complejo de tiendecitas cubiertas por un tejado, repletas de esculturas y figuritas de madera. Y, evidentemente, sus correspondientes vendedores a la espera del turista. Abdhul me presentó a un amigo suyo que tenía un puesto. Pasamos un buen rato charlando y compartimos un "green tea", el primero de los muchos que me ofrecieron y compartí durante estos días. Es un té muy fuerte que queda compensado por una cantidad enorme de azúcar en su elaboración. El proceso de preparación les lleva un buen tiempo, pasando de un vasito a otro el té y desde una altura importante, para crear una espumilla. Lo vuleven a meter en la tetera y repiten el proceso del vertido. Quizás sea lo único que tomen en unas cuantas horas.
Yo mientrastanto ya había hecho un repaso desinteresado por cada uno de los puestos y hablado con cada uno de sus propietarios.
- Solo ver. No problem. Entra
A pesar de que todos los productos estaban hechos a mano, parecían copias fabricadas industrialmente. Todos los elefantes, hipopótamos y ciertas máscaras eran más de lo mismo. De todas las paradas hubo un par en la que las piezas eran realmente distintas al resto. Y en una en especial, encontré lo que buscaba. Me hize el desinteresado y pregunté precios de figuras de poco valor. Al decirme el precio ponía cara de sorprendido y exageraba mis gestos.
- Si esto que dices cuesto tanto, no quiero ni imaginar lo que puede costar esa otra figura de ahí
- Sí, es que esa tiene más trabajo, es más cara. Mira como está tallada
- Uff, que pasada. Muy bonita pero carisima. Quizás algun elefantito...
- Te hago buen precio
- No lo sé, no he decidido nada. Seguiré mirando
Ya tenía idea del precio aproximado de la figura que quería comprar. Me fui a visitar otros puestos y a tomar el té que ya estaba a punto. El amigo de Abdhul se ofreció para negociar conmigo y aconsejarme del precio a pagar por las compras que quería hacer. Le comente lo de la figura que había visto mientras nos bebíamos el té. Así que un buen rato después nos acercamos desinteresadamente por el puesto. Fue la negociación más dura que he hecho jamás. Solo deciros que acabaron discutiendo cuatro personas a cuenta de mi escultura. Y que una vez pactado el precio y la figura empezó a ser envuelta, apareció en moto el amo de la tienda, previa llamada telefónica del vendedor, para ver cual era la figura que me llevaba. Traía cara de pocos amigos y empezó a discutir acaloradamente con su empleado. Pero yo salí encantado con mi talla y, todo hay que decirlo, un tanto incómodo por la situación.



Delante mismo del mercado de artesanía hay un mercado de animales. Ovejas y cabras principalmente. Y entre estas, ha aparecido este personaje.


Después de agradecer y despedirnos del amigo de Abdhul, nos hemos dirigido hacia Gunjur. Es otro de los grandes centros pesqueros de Gambia. Aqui Abdhul que charlando durante el viaje me ha comentado que es "fireman", me ha llevado a visitar el puesto de bomberos. Unas instalacions destartaladas y unos supuestos bomberos charlando a la sombra. Ha sido toda la visita. Eso sí, una gente encantadora. Nos pasamos horas hablando. En la playa se han repetido las imágenes del día anterior. Barcazas repletas de pescado. Carretillas en la arena. Palanganas arriba. Palanganas abajo. Pescado. Gaviotas. Cuerpos sudorosos. El trajin habitual en una playa de Gambia.



En Gunjur fuimos a comer al "Gunjur Beach Motel" un establecimiento que llevaba una chica blanca. De hecho había tres chicas comiendo en el restaurante, creo que son las tres únicas blancas que me encontré en toda la semana, aparte de la gente de "The Monkey´s Farm" los dos últimos días. El restaurante estaba muy bien emplazado y bien merecía descansar un rato del trayecto en coche hasta Gunjur. Nos comimos un taboulé exquisito y disfrutamos de un apacible momento de relax frente a la bonita playa.


De camino hacia Kartong, hemos parado a comprar tabaco. Cuatro cigarrillos sueltos para Abdhul.




Kartong es un apacible pueblecito tocando con la frontera de Senegal. Les separa un pequeño río, el Allahein. No intenté cruzarlo porque a veces entrar sin el sello en el pasaporte te puede acarrear problemas, pero si pude ver como llegaban en pequeñas piraguas y pasaban de un país al otro.



Hicimos el viaje de vuelta tranquilamente, escuchando música y hablando de todo y de nada. Un gran personaje mi amigo Abdhul. Se me ofreció para el día siguiente, pero esta vez como quería ir a Banjul, la capital, preferí ir por mi cuenta y no tener a nadie dependiendo de mí.

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